APÉNDICE.
A.
Adarvar. Pasmar, aturdir. De ad-davár,
"aturdimiento" en Henry, intercalada una r eufónica, se
hizo adarvar. Cf. alcatruz de alcadús.
Alcabala, alcauala.
Red. De alhibála, “rete” en Raimundo Martín. Marina. "Otrosí
ordenamos que los espessos de la xauega, que llaman alcauala, que
lleue ciento y cincuenta mallas en frente, etc." Ord. de
Sevilla, Tit. de los Cordoneros de las redes, fol. 178 v.
Alcandora. Dáse este nombre en algunos pueblos de la
provincia de Málaga a la mujer entrometida y bachillera que
anda a caza de noticias o averiguando vidas ajenas. De algandóra,
“barragana, rofiana (rufiana, rufián)" en P. de Alcalá. Cf.
gandul y gandula. (alcahueta)
Alcocárra, ant. cast.
Burla, risa, mofa. Parece corrupción de as-sojaria que vale lo
mismo. Sobre la trascripción del s por la c, cf. arce, arcen de
as-séhel, cafarro de sojra, cigarrós de sojara.
Alçala
port. Vaso para dar de beber a los pobres. Alteración de alcolla,
"vaso de barro."
Alçata
b. laf. Ajuar. "Quod donent decima ad comes Raymundus
Berengarii de totos lures fructus et totas lures alçatas."
Capitulación concedida por el Conde de Barcelona D. Ramón Berenguer
a los moros de Tortosa, ap. Bofarull, Colec. de doc. inéd., IV,
págs. 130-145. De as-sacat, "supellectilis" en R.
Martín "muebles de poco valor, ajuar" en Kazimirski.
Aleusero. Escandaloso. De alheuse, nombre de acción del v. hása,
que en 2.a forma vale "scandalizare" en R. Martín. De
alheuse, añadida la terminación cast. ero, se hizo aleusero.
Non
valen res nin un pujes (pugesa, pugeses :
moneda)
Vuestros dichos aleuseros.
Canc. de Baena,
p. 452.
Alfana. Acaso de aç-çáfana,
por contracción açfana, y
transcrito el (ç) por la l
(cf. alfalfa de alfáçfaça),
alfana. La voz aç-gáfana se
echa de menos en los dic. clásicos, pero se encuentra en los
Extractos de la Sira. de Antar (p. 42) con la acepción de equus vel
equa. Freytag solo trae çáfin,
que se halla en el verso 27 de la Moallaca de Amrú ben Quelthum por
"tribus pedibus, ut quartus terram solum tangat, stans equus."
Alfasir, alfasera, alfescera, alfescira. La bryonia livica de
Lin. Esta voz, que se encuentra en Colmeiro, es la aráb. alfáxir,
viña blanca (bryonia). Especie de remedio contra las picaduras de
las serpientes.
Almiharra. Llámase así en Granada a una
especie de azadón que usan los alfahareros para menear el
plomo. De almihfar, "azada, pala de hierro, instrumento para
cabar la tierra."
Almizar. "A otro moro que traxo
una adarga con este presente que le enbiaua el Rey et almizar
et tocas et armayzares et albornoces et vna marlota Rica et
carriques." Relaciones de algunos sucesos de los últimos
tiempos del reino de Granada, p. 117 y siguientes. La circunstancia
de hacerse mención en el anterior pasaje de los armayzares,
indica que la voz de este art. es la aráb. almizar en la acepción
de "cinto, ceñidor, devantal, pantalón" en Lane (The
thousand and one nights, II, p. 398), "taparrabo" en Aben
Batuta, "manto" en Aben lyás. V. Dozy, Dict. des noms des
vétem. et Supl. in v. *.
Almoharrique
(en Mármol, Descr. gen. de África, Lib.
IV, fol. 101 V., coL 2.a y en Diego de
Torres, Rel. de los Xarifes, 317-8).
Ballesteros de maza. De almoharric, "garrote"
en Bocthor. En los últimos tiempos de la dinastía de los Beni
Nazar, y en Marruecos en el siglo XVI, se dio este nombre al
caballero de un cuerpo de cincuenta hombres, encargado de llevar las
órdenes del sultán a sus principales
alcaides y oficiales. Marchaban al rededor del campo y de los
escuadrones con un bastón en una mano para poner en orden la
caballería, teniendo facultad de dar muerte al que huía o faltaba a
su deber. "... a otro moro Almoharrique et a otros dos moros
tres capuzes." Rel. de los últimos
tiempos del reino de Granada, p. 117.En Hernando de Baeza se
encuentra la forma alharrique (que procede de la misma r. ár.) como
nombre de una especie de ballesteros de
maza semejantes a los que tenían los reyes de Castilla. V. p. 15 de
la obra más arriba citada.
Alpendre
port. Pórtico, lugar cubierto. Acaso del ár.-pers. albndar,
"urbs aut locus ubi mercatores sarcinas solvere solent et cum
mercibus subsistentes vectigalia pendunt" en Freytag.
Angarilla. De alamriya, que trae el
P. la Torre con la propia acepción. De alamríya,
mudado el lam del art. ár. por la n (cf. ancotá
de alcotá), el ain por la g (cf.
algarabía de alaraba), sincopado el min y transcrito el ya por la ll
(cf. serrallo de saráya), se hizo
angarilla.
Artarfe. Parece lo mismo que acicate. Assur Gómez
recibió en 933 de la comunidad de Cardeña
"unas espolas heytes con artarfes."
V. Clonard, Hist. Org. de las armas de inf. y cab.. I, p. 421. De
at-tarf, "acumen, cuspis, extremitas" en R. Martín, "punta
de cosa aguda" en P. de Alcalá.
Azogue. Cierta suerte
de navío. De as-soquiya, "genus
navigii." V. de Goeje, Bibl. Geograph.
Arab., Gloss., IV, 267.
B.
Belial. Del hebr. belihal, "el
diablo."
Buz cast. y port. Beso de reconocimiento y
reverencia que da uno a otro. Creo con Dozy que no hay necesidad de
dar a esta voz un origen ár., como lo hacen Cov. y Müller,
encontrándose en la lengua persa y en las célticas y germánicas.
V. Díez y Donkin, Etym. Dict., in v. Buz,
p. 104.
C.
Caçarate.
La parte más corta o angosta de la red. De caçarát,
pl. de çgar,
"lo que es corto." V. Glos. Mosl. y el Diván
de Amrulcais, ap. Dozy, Supl. "Otrosí
que el caçarate de la xauega,
que lleue dozientas y setenta mallas en frente." Ord. de
Sevilla, Tit. de los cordoneros de
las redes, fol. 78 v.
Camas.
Esta voz, que en el sentido de riendas se menciona por Clonard
(Hist. org., I, 425 y 426), es la aráb.
Zimám, que vale lo mismo. Cf. camal.
Carambolo. Árbol de mediana altura que se cría en las islas
orientales. Del malayo carambit. Marcel
Devic.
Cecen port. Lo mismo que azucena.
Cedria,
çedria. Especie de corpiño
usado por las moriscas del reino de Granada. De çedriya,
"chaleco" en Henry. V. Dozy, Dict.
des noms. des vétems. in v. "Una
cedria de seda de labor de xeyb."
Bienes que llev Leonor Halaquia cuando casó
con Francisco Abenaquil, año de 1551,
Leg. de Embargos de moriscos., Arch. de la Alhambra.
Churro
cast., jurr val. Dícese del carnero o de
la oveja que tiene las patas y la cabeza
cubiertas de pelo grueso, corto y rígido, y cuya lana es más basta
y menos larga que la merina. Acad. Así esta voz, como la
aráb. charra, proceden del lat. cirrus, "mechón de pelo en la
frente y patas de las caballerías, las cernejas o manojillos
de cerdas que las caballerías tienen en las cuartillas"
en Vegecio, "las guedejas de los
cabellos encrespados" en Ovidio. Cf. cerro. (mezclar
churras con merinas)
Cofar. Esta palabra, que se
halla en la ley 41 del Ordenamiento de las Tafurerías,
es corrupción de la hebr. séfer, "scriptura," con alusión
al Pentateuco.
D.
Damas. Juego de damas. Tiénese
generalmente la voz de este artículo como pl. de dama, del fr. dame,
procedente de la lat. domina. En sentir de Noel (Nouveau
dict. des origines des inventions et
decouvertes, I,391)
el nombre de damas que lleva este juego, originado del ludus
latrunculorum de los romanos, de quienes
los germanos debieron aprenderlo, es el al.
damm, dique, defensa, muralla. Pero es el caso que entre la
disposición de la tabula latruncularia, mencionada por Séneca (Ep.
117) y el tablero del juego de damas no hay semejanza alguna, pues en
la 1.a las piezas o peones marchaban en
líneas paralelas, no hallándose dividida en casillas o cuadros,
como lo está el 2.a V. Rich, Dict. des antiq. rom. et grec. Yo
pienso que así el juego de damas, como el nombre que lleva, proceden
de Oriente, no siendo más que una variación o compendio
simplificado del ajedrez. Me fundo, al hacer esta afirmación, en
encontrarse en Bocthor los art. Dama para
jugar, Juego de damas y Tablero de damas
interpretados respectivamente por dáma, laib ad-dáma, y
dufa ad-dáma, o simplemente dáma.
Henry escribe dam por tablero de damas y Redhouse trae dámah en
significación de dáma y
del juego del
mismo nombre. Según el Conde de Chabrol (Essai sur les moeurs de
l´Egypte, p. 439), el término damah
designa en Egipto el juego de damas. Con efecto, damah
por "the game of thraughts." Lo propio sucede en Argel. V.
Quatremére, Hist. des sult. Maml., I, 273, En Lane (Modern.
Egyptians, chap. XVII, p. 344) se lee: que los juegos más en uso
entre los egipcios son aquellos que se
acomodan mejor a su vida sedentaria, como el ajedrez (sitrang), las
damas (dámeh) y el trictrac o chaquete (táwalah). Ahora bien, ¿cuál
es el origen del vocablo dáma, tan
conocido entre los pueblos musulmanes y con tal variedad escrito por
africanos, sirios y turcos? ¿Tendrá que
ver acaso con el dau o dam de los asirios
que vale "señora" y que compara Rawlinson con el lat.
domina, el fr. y el ingl. dame? V. The five
great monarchies of the ancient eastern world,
I, 78. ¡Sería coincidencia peregrina! Finalmente, y en abono de mi
conjetura, debo llamar la atención sobre la rara circunstancia de
hallarse representados como jugadores dos egipcios en el grabado que
intercala Rich en su art. Tabula latruncularia, lo que parece indicar
la procedencia oriental del ludus
latrunculorum, del cual no tenemos otras noticias que las escasas con
que nos brindan algunos versos de Ovidio y de Lucano.
H.
Harai cat. Tributo periódico que pagan en Turquía los que
no son musulmanes. De jarách, "tributo."
Haruquero.
Llámase así en Alhama de Granada a la persona desasosegada,
inquieta y pendenciera. De haraquí, "inquietus" en R.
Martín, y de la terminación cast. ero.
L.
Lizah.
Especie de manto o almalafa. De alizar,
"lizar“ por la aféresis del álef
(cf. lachóra por alachóra en R.
Martín), "linteamina" en el mismo lexicógrafo,
y en la glosa (de) lino xristianorum,
"especie de sobretodo sin mangas que
llevan las mujeres en Oriente sobre sus demás vestidos" en
Kaz. V . Dozy, Did. des noms
des vetem., p. 24 y siguientes. "Las mugeres
son por estremo hermosas; vístense muy polidamente y
quando salen fuera lleuan ricas alcandoras labradas de oro y de seda,
y sobre ellas vnas melhafas, o lisares de
rica olanda labradas de seda de colores a los cantos." Mármol,
Descr. gen. de África, II,
fol. 102 v., col. 2.a
M.
Macange.
De má acón xy, "no soy."
"Abrazóla Luscinda con mucho amor, diciéndole:
sí, sí, María: a lo cual respondió la
mora: sí, sí, María: Zoráida macange,
que quiere decir no." Cervantes, D. Quijote, 1.a
Part., Cap. XXXVII.
Mahamudí. Especie de moneda de oro. De
mahmodí, de Mahmúd, rey de Guzerate, 1.°
de este nombre. Sousa. "Elle lhe deu cem mil mahamudis de
prata." Couto, Dec. VI, fol. 191.
Maja. Müller trae
esta voz de la aráb. bahcha, "bella,"
que en la forma corrompida machah cree encontrar en el siguiente
pasaje de Aben Basám (cód. del Sr. Gayangos, fol.
35: *ar "¡Oh Machcha! dijo en
voz alta a una de sus criadas,
queriendo decir ¡oh Bahicha!; pero alteró el nombre en su aljamia."
Impugna Dozy esta etimología fundándose en que majo,
maja no es un término antiguo, pues lo desconocían los lexicógrafos
del siglo XVII, y en que si el Conde normando, en cuyos labios se
pone aquella palabra, pudo estropearla, era menester probar que el
pueblo la pronunciaba del propio modo. Ninguna de estas razones me
convencen. No la 1.a pues no todos los
vocablos del habla popular y común se encuentran en los
lexicógrafos. No la 2.a, porque la existencia en la lengua vulgar de
la voz maja o majo demuestra que no fue un error del magnate, sino
pronunciación corriente y al uso de la gente menuda. De bahcha,
trascrito el (b) por la m (cf. menjuí de labán
chawí, el (ch) por la j
(cf. alforja de aljórcha, y sincopado el
(h), se hizo maja. (Majade Goya, palabra muy usada en Aragón)
Marráfa port.
Cabello sobre la frente. Roquete Dict. Port.- Franç.
De marafa, "locus jubae" en Freytag, "lugar en que
nacen las crines o guedejas" en Kazimirski.
Marreca
port. Cerceta, ave. De buráca, "anas"
en Raimundo Martín.
Matraz. Vaso de que se usa en las
boticas. Tal vez del pers. matárah, "vas
ex corio consutum" en Vullers.
Mofarra port. Burla,
mofa. De masjara, sincopado el s y mudado
el fatha del min en a, que vale lo mismo.
N.
Nabla.
Instrumento músico de diez cuerdas, que
describe S. Jerónimo. Es el hebr. nebel,
"instrumento músico," gr. *., lat. nablium.
V. Strab. X, p.471, Casaub y Athen. IV, unido muchas veces con la
cítara (quinnór). Flavio Josefo (Ant. VIII, 12) dice que este
instrumento constaba de doce cuerdas y que se tocaba
con los dedos y no con el plectro. Pero las palabras hebreas *hb
declaran paladinamente que la nubla no constaba más que de Díez
cuerdas. Su figura era triangular y semejante a
la letra A invertida (que era la misma forma de la * sambuca
de griegos y latinos, en opinión de Vitruvio), según nos dice S.
Jerónimo.
Q.
Querba.
Tártago, planta. Lo mismo que cherva.
S.
Sollo cast., solho port. La Acad.
trae esta voz del b. lat. solgus; derivado
en su sentir del lat. ésox, que se encuentra en Plinio o de isox,
que se registra en S. Isidoro, procedentes del gr. *, el esturión,
pez. Yo creo con Díez y Donkin que sollo es el lat. suillus (v.
Etym. Dict.), vocablo conocido en la España
musulmana, pues en el Calendario de Rabí ben Said (41, 5) se
encuentran las palabras hút ax-xol quc en
la antigua traducción lat. se interpretan por "pisces sturiones."
T.
Tougue port. Especie de
bandera o estandarte que un alférez lleva delante del Gran Turco
cuando sale a caballo. Del turc.
túg que vale lo mismo. V. Redhouse, Turk Dict.
Z.
Zarabanda cast. y port. Especie de danza. Según Díez y
Donkin del pers. serbend.
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